Caudalímetros electromagnéticos se utilizan ampliamente en industrias como la protección del medio ambiente, el suministro y drenaje de agua y la farmacéutica para medir el caudal volumétrico de fluidos conductores. Estos caudalímetros se han convertido en un producto maduro. Sin embargo, un mantenimiento y una conservación inadecuados pueden afectar a su funcionamiento normal. Basándonos en años de experiencia en selección, mantenimiento y uso en una empresa farmacéutica, a continuación resumimos la aplicación de los caudalímetros electromagnéticos en los procesos de medición y control de caudal:
Precauciones del caudalímetro electromagnético.
1. Importancia de una correcta conexión a tierra de los electrodos
La correcta conexión a tierra de los electrodos es fundamental. Un sistema bien conectado a tierra no sólo aumenta la precisión del caudalímetro, sino que también prolonga su vida útil. Para un funcionamiento preciso, el medio medido debe estar a potencial de tierra, lo que normalmente se consigue conectando a tierra la tubería o la brida. Si la tubería de proceso conectada al sensor está aislada del medio medido (por ejemplo, tuberías de plástico o tuberías con revestimientos aislantes), deben utilizarse anillos de conexión a tierra o sensores con electrodos de conexión a tierra para garantizar que el medio se encuentre a potencial de tierra.
Estudio de caso:
Una empresa farmacéutica tuvo problemas con la medición de caudal debido a la alta corrosividad del ácido sulfúrico diluido. La empresa revistió la tubería de transporte con politetrafluoroetileno (PTFE), lo que provocó una mala conexión a tierra de los electrodos del sensor y el mal funcionamiento del caudalímetro. El problema se resolvió instalando un dispositivo de toma de tierra específico, con lo que se restableció el funcionamiento normal.
2. Requisitos de conductividad del fluido medido
Los caudalímetros electromagnéticos están diseñados para medir el caudal de fluidos conductores. El fluido medido debe tener una conductividad mínima de 5 μS/cm para que la medición sea precisa.
Estudio de caso:
Durante un período rutinario de parada y mantenimiento, el personal de metrología de la empresa utilizó agua como medio de prueba para verificar la precisión del caudalímetro mediante el método gravimétrico. Sin embargo, el caudalímetro no mostró ninguna lectura de caudal. Tras la investigación, se descubrió que la conductividad del agua del proceso farmacéutico era inferior a 3 μS/cm, demasiado baja para que el dispositivo funcionara correctamente.
Este incidente puso de manifiesto que los caudalímetros electromagnéticos sólo son adecuados para medir fluidos con conductividad ≥5 μS/cm, como ácidos, bases, soluciones salinas, agua, aguas residuales, líquidos corrosivos, lodos, pulpa y otros líquidos conductores. No pueden medir gases, vapor ni agua ultrapura.
Para aguas con conductividad ≤5 μS/cm y ≥3 μS/cm, puede ponerse en contacto con nosotros para personalizar un caudalímetro electromagnético para líquidos de baja conductividad (MTF-C).
Caudalímetro electromagnético para líquidos de baja conductividad (MTF-C)
MTF-C es un caudalímetro electromagnético para medir líquidos de muy baja conductividad (≥3 μS/cm). Este caudalímetro es especialmente adecuado para aplicaciones con medios adhesivos y grasos que tienden a formar una película aislante.
- Disponible para líquidos de baja conductividad ≥3 μS/cm
- Amplia gama de revestimientos y materiales de electrodos
- Los colores y el aspecto pueden personalizarse según se solicite
- También disponible en construcciones específicas para el cliente
- Sin piezas móviles, sin desgaste, sin pérdida de presión
- Cada caudalímetro se calibra y se le asigna un número de serie único que corresponde a todos los datos de calibración.
3. Mantenimiento y cuidado de los caudalímetros electromagnéticos
Aunque los caudalímetros electromagnéticos son muy fiables y rara vez funcionan mal, sus sensores están expuestos con frecuencia a fluidos que contienen sólidos en suspensión o contaminantes. Con el tiempo, las superficies de los electrodos pueden ensuciarse, reduciendo el rendimiento o inutilizando el dispositivo si no se limpian con regularidad.
Estudio de caso:
Una empresa utilizó un caudalímetro electromagnético de gran diámetro para medir el vertido de aguas residuales, obteniendo excelentes resultados durante casi diez años. Los costes de instalación, funcionamiento y mantenimiento eran mínimos, y el dispositivo cumplía los requisitos de precisión y fiabilidad. Sin embargo, los caudalímetros electromagnéticos de diámetro mediano y pequeño utilizados para medir el líquido de alimentación de la columna de tilosina -un fluido bifásico sólido-líquido muy exigente- empezaron a mostrar lecturas de caudal intermitentes después de dos años de funcionamiento. La inspección reveló que los depósitos y las incrustaciones en las paredes de los tubos de medición habían ensuciado los electrodos, formando capas de pasivación u oxidación. Estas capas aislaban los electrodos y alteraban el circuito de medición.
Conclusión
Los caudalímetros electromagnéticos desempeñan un papel fundamental en la medición de caudal. Para garantizar un rendimiento óptimo, hay que prestar atención a la conductividad del fluido medido, la correcta conexión a tierra de los electrodos, la resistencia a la corrosión de los electrodos y la limpieza rutinaria para evitar la pasivación o la contaminación.
Todos los instrumentos requieren un mantenimiento regular, y los caudalímetros electromagnéticos no son una excepción. Aunque estos caudalímetros son muy fiables, la exposición constante de los electrodos de los sensores a los líquidos hace necesaria una limpieza periódica para mantener la precisión de las mediciones. Por lo general, se recomienda limpiar los electrodos cada año o año y medio para garantizar un rendimiento óptimo.
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